De tan rápido que fue necesito escribir lo que nos pasó y lo que te dejó de pasar y lo que sucede cuando todo pasa tan así, tan intenso que no da tiempo siquiera para añorar la semana pasada.
Yo venía de la sorpresa de nacho que me había gustado, y que se había ido de vacaciones y que a su vuelta se había ausentado, asustado, algún ado… y ante ese panorama no sentí que tenía que ser fiel a alguien que se había ido de casa casi con el forro puesto
Por eso entre una vez más al chat y realmente no sé cómo terminé chateando con vos. Mi nik decía fotógrafo y puse en la sala general que tenía ganas de fotografiar desnudos y quien se animaba que me mandara un mensaje privado.
Ahí charlé con Nico, el taxi boy de 22 años que me contó de todo y me dijo que quería fotografiar y nos pasamos los contactos. Después charle con un par más que se olvidaron del nik y hablamos de sexo y ganas de morfarnos, pero alguno estaba en Los Hornos y el otro muy paja no se movía de su casa.
Chateé con vos y en menos de lo que me lleva ir hasta el baño ya estábamos guasapeándonos me preguntaste que buscaba y ni me acuerdo lo que te dije pero sé una cosa que te dije que estaba soltero hacía 7 años y vos me dijiste que hacía 6, y te dije: te gané!
Hablamos de lo bueno de la soltería y lo bueno de estar en pareja. Me invitaste a tu casa que estaba a diez y cuadras y yo te retruqué que vinieras a la mía, pensando que no ibas a agarrar viaje entonces ya te estaba despachando. Además estaba sucio, me tenía que bañar, ordenar mi casa un viaje. Pero me repreguntaste si quería que vinieras y que te pasara la dirección. Te dije que sí y te pasé la dire.
Llegaste de toke, te abrí hice las preguntas de rigor: qué frío, cómo llegaste, cómo estás, querés agua. Y me quedé al lado del calefactor calienta cachetes. No querías agua, pero yo sí. Una vez más me dije, por qué estoy en esta situación, por qué con tan fresco el recuerdo de nacho, embarcarme en esta. Mientras pensaba eso miraste para la pared y me dijiste Fridha, como si alguien hubieras tenido una alucinación repentina y yo te dije: Kalho y hablamos un poco del arte, de los desamores y de la vida. Te acercaste y me comenzaste a besar, yo estaba muy nervioso, como si supiera que esa noche habría decidido dejar de ser virgen. Y me besabas muy lentamente el cuello, el pecho y yo que no paraba de temblar y se me secaba la garganta. No sabía en absoluto todo lo que iba a continuar, pero mis nervios algo me estaban diciendo.
En un momento me dije: viví el presente, déjate de joder, si en diez minutos no te cabe el pibe, decile todo bien pero no me pasa nada (hace años hablo conmigo, en voz alta y en voz baja). Y comencé como en una clase de yoga a relajar la cabeza, la espalda, las manos, las piernas, el ano y traté de dejarme llevar por la energía del momento. Creo que en un momento lo logré y estábamos trenzados, no sabía dónde tenía mis manos, no entendía cómo habías llegado atrás mío y me estaba besando el cuello y yo de repente te estaba manoteando el amigo sin más. Debo confesar que no me convencían sus besos, pero después no sé que sucedió que me cabía todo. Y no podía decirle que vayamos a la cama porque no quería interrumpir el momento y además todavía había olor a nacho, y aunque no creo en la monogamia, ni los hechizos sentía que no estaba preparado aún para llevarte a la cama. Me agache y comencé a besarte la pija y pensé hace cuanto que no hago esto, que bueno llegar acá sin pensarlo, qué hallazgo! Y en un momento me dijiste pará, y me paré y estabas como desahuciado y cuando mire para abajo estaba estallando de blancos y te dije: estabas a pleno! Sí, me dijiste, disculpá, no joya.
Me fui al baño a buscarte papel te limpiaste, y seguimos besándonos y esto se ponía aún mejor. Intentaste ayudarme con una paja, pero no quería realmente acabar como acto pajeril de un viernes a la noche, prefería la energía lechera para algún otro momento más. Fuimos a la cama y seguimos dándonos muchos besos, hasta que me dijiste que querías pasar la noche conmigo, que me invitabas a tu casa y yo te dije que me encantaba tu propuesta pero que me levantaba muy temprano al otro día, que organizáramos. Me dijiste mañana estoy solo y te invito a dormir a casa ¿Querés? Me sentí más suertudo que un niñx cantxr en la previa de un casting para un reality y te dije, por supuesto.
continuará.
Yo venía de la sorpresa de nacho que me había gustado, y que se había ido de vacaciones y que a su vuelta se había ausentado, asustado, algún ado… y ante ese panorama no sentí que tenía que ser fiel a alguien que se había ido de casa casi con el forro puesto
Por eso entre una vez más al chat y realmente no sé cómo terminé chateando con vos. Mi nik decía fotógrafo y puse en la sala general que tenía ganas de fotografiar desnudos y quien se animaba que me mandara un mensaje privado.
Ahí charlé con Nico, el taxi boy de 22 años que me contó de todo y me dijo que quería fotografiar y nos pasamos los contactos. Después charle con un par más que se olvidaron del nik y hablamos de sexo y ganas de morfarnos, pero alguno estaba en Los Hornos y el otro muy paja no se movía de su casa.
Chateé con vos y en menos de lo que me lleva ir hasta el baño ya estábamos guasapeándonos me preguntaste que buscaba y ni me acuerdo lo que te dije pero sé una cosa que te dije que estaba soltero hacía 7 años y vos me dijiste que hacía 6, y te dije: te gané!
Hablamos de lo bueno de la soltería y lo bueno de estar en pareja. Me invitaste a tu casa que estaba a diez y cuadras y yo te retruqué que vinieras a la mía, pensando que no ibas a agarrar viaje entonces ya te estaba despachando. Además estaba sucio, me tenía que bañar, ordenar mi casa un viaje. Pero me repreguntaste si quería que vinieras y que te pasara la dirección. Te dije que sí y te pasé la dire.
Llegaste de toke, te abrí hice las preguntas de rigor: qué frío, cómo llegaste, cómo estás, querés agua. Y me quedé al lado del calefactor calienta cachetes. No querías agua, pero yo sí. Una vez más me dije, por qué estoy en esta situación, por qué con tan fresco el recuerdo de nacho, embarcarme en esta. Mientras pensaba eso miraste para la pared y me dijiste Fridha, como si alguien hubieras tenido una alucinación repentina y yo te dije: Kalho y hablamos un poco del arte, de los desamores y de la vida. Te acercaste y me comenzaste a besar, yo estaba muy nervioso, como si supiera que esa noche habría decidido dejar de ser virgen. Y me besabas muy lentamente el cuello, el pecho y yo que no paraba de temblar y se me secaba la garganta. No sabía en absoluto todo lo que iba a continuar, pero mis nervios algo me estaban diciendo.
En un momento me dije: viví el presente, déjate de joder, si en diez minutos no te cabe el pibe, decile todo bien pero no me pasa nada (hace años hablo conmigo, en voz alta y en voz baja). Y comencé como en una clase de yoga a relajar la cabeza, la espalda, las manos, las piernas, el ano y traté de dejarme llevar por la energía del momento. Creo que en un momento lo logré y estábamos trenzados, no sabía dónde tenía mis manos, no entendía cómo habías llegado atrás mío y me estaba besando el cuello y yo de repente te estaba manoteando el amigo sin más. Debo confesar que no me convencían sus besos, pero después no sé que sucedió que me cabía todo. Y no podía decirle que vayamos a la cama porque no quería interrumpir el momento y además todavía había olor a nacho, y aunque no creo en la monogamia, ni los hechizos sentía que no estaba preparado aún para llevarte a la cama. Me agache y comencé a besarte la pija y pensé hace cuanto que no hago esto, que bueno llegar acá sin pensarlo, qué hallazgo! Y en un momento me dijiste pará, y me paré y estabas como desahuciado y cuando mire para abajo estaba estallando de blancos y te dije: estabas a pleno! Sí, me dijiste, disculpá, no joya.
Me fui al baño a buscarte papel te limpiaste, y seguimos besándonos y esto se ponía aún mejor. Intentaste ayudarme con una paja, pero no quería realmente acabar como acto pajeril de un viernes a la noche, prefería la energía lechera para algún otro momento más. Fuimos a la cama y seguimos dándonos muchos besos, hasta que me dijiste que querías pasar la noche conmigo, que me invitabas a tu casa y yo te dije que me encantaba tu propuesta pero que me levantaba muy temprano al otro día, que organizáramos. Me dijiste mañana estoy solo y te invito a dormir a casa ¿Querés? Me sentí más suertudo que un niñx cantxr en la previa de un casting para un reality y te dije, por supuesto.
continuará.
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