sábado, 1 de abril de 2017

sexo y contacto humano

Me dijo que tenía 48 años y que estaba a cinco cuadras, a veces la cercanía vale más que buenos pectorales a siete kilómetros o veinte años menos y pensamientos a mucha distancia pensé y me decidí y le dije que viniera
Diez años para abajo no me había ido muy bien, por ahí diez años arriba era una apuesta
Llegó en un auto largo y viejo, más precisamente de 1973
Llegó nos saludamos y comenzamos a besarnos, él sonreía se sacó los lentes y al rato yo también, me pidió ponerse cómodo y se sacó muy serenamente los pantalones y las medias color piel me preguntó dónde dejaba la ropa para no dejar desordenado
Sonreía siempre sonreía
Me dijo que parecía una habitación de jipi me preguntó si me gustaba el arte que si el muchacho que aparecía en una fotografía colgada era amigo mío y que parecía o tenía estilo jipi yo me reí hacía mucho que no me decían ese calificativo sin que sonara despectivo
Sonaba una lista de música que venía escuchando recientemente medio indie luego medio electrónico sentía que estaba en un reservado de cualquier disco gay de once o en plena peatonal capitalina pero no era mi habitación 
De lo sexual mejor ni hablar si hay que llegar a lugares algunos no llegamos otros varias veces 
Me comenzó a charlar y yo me negué a ser un buen interlocutor porque yo lo único que quería un sábado a la noche era sexo pero después recordé que me había dicho que buscaba sexo y contacto humano y ahí me invadió mi espíritu cristiano y también pensé en la frase que dice algo así como el que avisa no traiciona pero yo sabía que ponerme en modo escucha iba a terminar con lo poco de ardiente que tenía en ese momento
Lo que me pasa es que cuando me enternece alguien me hago el amigo y ahí se terminó la posibilidad de hacer cualquier kamasutra
Que vivía con su mamá de 73 años que vivió en Madrid y Londres que no se aguantó el frío que su padre había fallecido de cáncer que estuvo en pareja con una persona que se llamaba igual que yo que él terminó la relación y que es triste cuando te encontrás solo que la pareja está buena pero cuando comienzan a salir las mierdas y la cabeza te explota lo mejor es dejarse y me agarró una tristeza y la música se había puesto triste y yo lo miraba de costado y le veía todas las arrugas y me estaba agarrando la cabeza y trataba de hacer como que lo escuchaba como si escuchara a alguien que recién conocía y prestaba interés
Por momentos rogaba que se fuera y por otros pensaba que solo nos distanciaban diez años y que lo que me contaba en mi cama desnudos y yo agarrándome la cabeza era nada más y nada menos que la síntesis de su vida
Él de libra yo de géminis dicen que nos gusta hablar dijo por ambos signos y yo le dije algo como que seguramente fuera así pero que por ahí éramos muy superficiales le aclaré que hablaba por mí y por un momento sentí envidia que fuera tan honesto y tan abierto y yo que me agarraba la cabeza y que por momentos deseaba que se fuera y por momentos me preguntaba por mi ex y la música era de violines y a mí que se me estaba por caer una lágrima y cerré los ojos y me preguntó que si me daba sueño él no tenía problemas de largarse
Y los violines que estaban en el momento justo en que se preparan para el final o para nunca más terminar y le dije que sí que me había dado sueño y los violines le dieron paso a una voz que hacía ruidos como violines y me levanté cuando la publicidad del reproductor puso un reggaetón salté de la cama puse otra música me vestí y comenzó a hablarme de su auto del año 1973 y que restaurarlo le costaba ochenta lukas y comenzó a vestirse
Me pidió mi celu me agendó me hizo una perdida le dije ahí nos tenemos como confirmando que ahí nos teníamos y pensé que no era creible y me acordé de aquella profe de teatro que hablaba de verosimilitud y nada de eso había en lo que hacía
Y no dejaba de sonreir y me dio dos picos de despedida
Y me dejó una bofetada de buen tipo

Me había dicho soy gay soltero y me gustás

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