viernes, 22 de marzo de 2013

“Ni Machxs, Ni Fachxs”

(O de cómo visibilizar la lucha de las sexualidades disidentes)

Publicado POR FPDS CORRIENTE NACIONAL ⋅ MARZO 21, 2013 

Cada 24 de marzo todas y todos hacemos memoria de los compañerxs que fueron perseguidos, detenidos y desaparecidos por razones políticas en la última dictadura militar. En estos 37 años hemos intentado reconstruir las historias de luchas de todas las organizaciones, más allá de que acordemos o no con su línea ideológica: los 30 mil son nuestros compañerxs y por ellos son nuestros pedidos de Juicio y Castigo.

Pero lamentablemente hay un sector y organizaciones que han sido invisibilizadxs al calor de estas reconstrucciones a nivel de la historia oficial. También ha sucedido, lamentablemente, desde las reconstrucciones revisionistas de la historia, desde los relatos de las organizaciones de izquierda, y también desde los organismos de Derechos Humanos. Me estoy refiriendo a las organizaciones, activistas y personas que encarnaron la lucha de la disidencia sexual en los años sesenta y setenta en nuestro país.

Nuestro Mundo

Así se llamó el primer grupo de Homosexuales varones de Latinoamérica y de nuestro país. Comenzaron a juntarse a finales de los sesenta en Gerli en la casilla de Héctor Anabitarte, un militante del Partido Comunista (PC). Este militante trabajaba en la agencia DAN que tenía relación con el PC. En el libro “Fiesta, baños y exilios. Los gays porteños en la última dictadura militar”, de Rapisardi y Modarelli, se relata que el partido había enviado un informe a la agencia de noticias acusándolo a Anabitarte de homosexual. El director de la agencia, un viejo militante de ese partido lo llamó a su despacho y le comentó lo recibido a Anabitarte. Le expresó que “de haberlo sabido antes” (su condición de homosexual) no lo hubiera tomado como trabajador, pero que después de conocerlo “no encontraba un solo argumento” para echarlo.

Esta anécdota puede marcar el comienzo de un camino del activismo disidente, ya que la mera acusación de homosexual era razón para quedar cesante en un trabajo, ser expulsado del partido o directamente sospechado de débil. Héctor Anabitarte viajó a Moscú en 1967 con su partido para conmemorar los 50 años de revolución y se entrevistó con el sexólogo ruso, el dr. Fedotov, quien aconsejaba a todos los homosexuales casarse ya que eso los curaría, consejo que también recibió el argentino al contarle sobre su homosexualidad.

Se tiene registro del boletín llamado Nuestro Mundo que saliera en diciembre del año 1970, donde su editorial afirma que: “Por cuarta vez editamos Nuestro Mundo. Por cuarta vez decimos que vamos a salir regularmente (…) después de tan largo paréntesis desde 1968, queremos decir que nos mantuvimos en el camino que nos habíamos propuesto”. Esto puede confirmar la existencia de este grupo previo a la Revuelta de Stonwell y antes del denominado Gay Power en Estados Unidos. Estos boletines eran mimeografiados en la agencia antes mencionada, y llegaron a ser repartidas 100 copias en diferentes agencias de noticias.

De Frente

Ya en agosto de 1971 queda constituido el Frente de Liberación Homosexual de Argentina (FLH). Este frente en principio es conformado por el grupo Nuestro Mundo y por un grupo de jóvenes estudiantes venidos de las ciencias sociales. Según el periodista Osvaldo Bazán, en su libro “Historia de la homosexualidad en la Argentina”, la primera reunión tuvo lugar en agosto del 71 y los fundadores fueron: Juan José Sebreli, Héctor Anabitarte, Manuel Puig, Blas Matamorro y Juan José Hernández. Rápidamente comenzaron los cuestionamientos a la dirección primera del Frente y se comenzó a propiciar un camino horizontal. Uno de esos activistas que llevara el planteo fue el joven Néstor Perlongher.

El FLH lo conformaron los siguiente grupos: Nuestro Mundo con integrantes en su mayoría provenientes del sindicalismo, Grupo Eros al cual pertenecía Néstror Perlongher, Grupo Profesionales dedicado a los estudios académicos, Bandera Negra de tendencia anarquista, el grupo Safo de mujeres, y se dice también que se encontraba un grupo cristiano llamado Emanuel, pero con poco quórum por parte de algunos activistas revisionistas.

Es interesante la historia del frente de liberación, ya que estaban inmersos en las discusiones de la época. En la posibilidad de que la izquierda peronista los integre, en hacer masivos sus reclamos a la no discriminación. Existe una famosa fotografía que aquí reproducimos donde el frente participa de la movilización en la asunción de Cámpora el 25 de mayo de 1973, con una pancarta que reza: “Para que reine en el pueblo el amor y la igualdad, libertad a los presos políticos”. También estuvieron presentes en Ezeiza esperando el regreso del general. Lamentablemente la integración al movimiento político de la época no pudo expresarse en hechos concretos.

La experiencia del FLH también fue fundamental ya que pusieron el debate sobre el cuerpo y la sexualidad no heteronormativa en un movimiento setentista muy marcado por el machismo. Es aquí que me pregunto el porqué de esta invisibilización de una lucha, de un movimiento que poco tuvo de minoría, que claramente no fue masivo, pero ocupó un lugar fundamental para la lucha de la disidencia y luego, pos dictadura para los movimientos denominados de la Diversidad Sexual.

Torta, trava, putx que lucha, vuelve a la historia

Seamos claros: no hubiera existido una Ley de Matrimonio igualitario, una Ley de Identidad de Género, organizaciones y colectivxs de la diversidad sexual sin la experiencia de frente. Podríamos hacer un juego literario muy básico y decir “la sangre rosa, la sangre multicolor no será derramada en vano”, siempre y cuando no callemos esta parte de la historia y cuando todxs busquemos la verdad, el juicio y castigo también por los desaparecidxs de la disidencia sexual.

En el libro anteriormente mencionado “Fiestas, Baños y exilios…” se menciona la anécdota en donde el Rabino Marshall le confiesa a Carlos Jáuregui, militante en democracia de la diversidad sexual, que “no cupo la menor mención a prácticas de torturas específicas contra gays y lesbianas” respecto de la publicación del Nunca Más en el año 1985, por presiones de la Iglesia Católica. Así fue que no se publicaron los nombres de los desaparecidos homosexuales, lesbianas y ni hablar de las travestis.

No podemos dejar de mencionar que no sólo los activistas políticos fueron detenidos desaparecidos por militar la revolución sexual. También fueron perseguidxs, secuetradxs y desaparecidxs las trabajadoras sexuales y travestis en situación de prostitución, y las locas, a quienes se le notaba su andar maricón por las calles del Buenos Aires setentoso. Los edictos policiales, concretamente el 68 incico 2h. te llevaba preso por HOMOSEXUAL.

Para terminar quisiera dejar las palabras del mítico activista del FLH, que fuera también militante del brazo estudiantil de Palabra Obrera, el TERS de la facultad de letras de la ciudad de La Plata, me refiero a “la Rosa” como se autonombraba Néstor Perlongher: “Hablar de homosexualidad en Argentina no es solo hablar de gose sino también de terror. Esos secuestros, torturas, robos, prisiones, escarnios, bochornos, que los sujetos tenidos por ´homosexuales´ padecen tradicionalmente en la Argentina –donde agredir putos es un deporte popular- anteceden, y tal vez ayuden a explicar, el genocidio de la dictadura. Dice Carlos Franqui que en la Cuba castrista la lucha no era revolucionarios vs. Contrarevolucionarios, era machos contra maricones. Acá los machos no han precisado de una revolución para matar putos. Y hay que decirlo: muchos de esos normales, con sus modales bien educados, blancuzcos, genuflexos, han sido cómplices de esa pesadilla cotidiana, con sus prejuicios, su hipocresía, su recusa a hablar del tema. Recordemos lo que Evita le dice a paco Jamandreu (quien lo cuenta en sus memorias), cuando este le pide ayuda desde una comisaría: ´jódase por puto´”. Esta cita pertenece a la conferencia “El sexo de las locas” dictada en el centro de estudios y Asistencia Sexual (CEAS) publicado en el número 28 de la revista El Porteño, en mayo de 1984.

Cristian Prieto

Integrante del Colectivo de Varones Antipatriarcales (La Plata)

Investiga “La persecución a la disidencia sexual”.

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